Desde este importante servicio estudiamos la relación entre los procesos mentales y conductuales, así como el cerebro.
Se complementa con la psicología y la neurología para prevenir, identificar, diagnosticar y tratar problemas cognitivos (procesos mentales o intelectuales como la capacidad de prestar atención, resolver problemas, recordar, producir, comprender el lenguaje, y tomar decisiones), las habilidades académicas como lectura, escritura, cálculo, razonamiento abstracto y concreto, organización del acto motor y orientación tempo-espacial, necesidades conductuales y emocionales que pueden ser resultado de diferentes procesos que afecten el normal funcionamiento cerebral.